Hace un par de semanas hablamos sobre la importancia de ser pacientes con nuestros hijos y hoy me gustaría compartir con vosotros otra clave no menos importante: Introducir pronto a los niños en tareas que requieran esfuerzo
Animarles a realizar pequeñas responsabilidades y hábitos de autonomía desde que son pequeños es poner las condiciones de su futura motivación. Algunos padres piensan que no es necesario comenzar pronto, porque “ya les tocará cuando sean mayores”. Estos padres olvidan que la realización de este tipo de tareas implica crear una rutina, que requiere de la reiterada realización para su automatización.
Si se espera a que sean mayores para pedirles su ayuda, es probable que no sólo no hayan aprendido a estar motivados en sus responsabilidades, sino que han aprendido que la responsabilidad es externa a ellos.
«Un poco más de persistencia, un poco más de esfuerzo, y lo que parecía irremediablemente un fracaso puede convertirse en un éxito glorioso» Elbert Hubbard.
Si os ha gustado no dudéis en darle a “me gusta” y compartirlo con vuestros familiares y amigos
Si queréis manteneros al día de todas nuestras actividades y novedades, no dudéis en seguirnos en nuestras redes sociales:
Hace un par de semana llegamos al ecuador de estas claves que ayudan a nuestros pequeños a superar el día a día.
Hoy os presentamos la sexta clave: ser paciente
Se necesita paciencia para enseñar. Hay que tener en cuenta que las tareas que a nosotros como padres y personas adultas no nos llevan nada de tiempo, a los pequeños les puede llevar horas
Los niños y niñas no son tan rápidos ni precisos como nosotros haciendo la cama, recogiendo su cuarto o doblando la ropa. Están en un proceso de aprendizaje el cual necesita tiempo y práctica
En vez de criticarles cuando no hagan bien las cosas, hay que tener paciencia y animarles siempre a terminar lo que han empezado No es tan importante el resultado, si no el proceso mediante el cual llegamos a él.
Paciencia, cariño y amor, son las bases para una buena relación y para ir empoderando a nuestros pequeños poquito a poco
«El que puede tener paciencia puede tener lo que quiera» Benjamin Franklin
Si os ha gustado no dudéis en darle a “me gusta” y compartirlo con vuestros familiares y amigos
Si queréis manteneros al día de todas nuestras actividades y novedades, no dudéis en seguirnos en nuestras redes sociales:
]]>
Con estas palabras del actor, os presentamos la quinta clave de esta serie de publicaciones relacionadas con enseñar a nuestros pequeños a enfrentarse a las dificultades: ser un ejemplo
Los niños aprenden mediante el ejemplo y repiten lo que ven (y lo que escuchan) Un ejemplo muy sencillo: si ellos se crían en un ambiente donde la comunicación entre mayores, o incluso la comunicación niño-adulto, es a base de gritos o utilizando un tono de voz más elevado; los pequeños aprenden que es así cómo deben comunicarse con los demás y lo pondrán en práctica, da igual el contexto.
Por el contrario, si ven que los padres se esfuerzan en el trabajo, querrán imitarles Pueden aprender de ellos a enfrentar las dificultades, manejar la frustración, valorar los pequeños pasos, volver a intentar lo que cuesta, aplazar los deseos en beneficio de los resultados y a sentirse felices por los logros obtenidos como resultado del esfuerzo
Si os ha gustado no dudéis en darle a “me gusta” y compartirlo con vuestros familiares y amigos
Si queréis manteneros al día de todas nuestras actividades y novedades, no dudéis en seguirnos en nuestras redes sociales:
]]>
¿Qué queremos decir con esto? Muchos padres piensan que sus hij@s tienen que actuar desde muy pequeños como personas mayores
y esto no es así. Cada niño tienen un desarrollo propio y, aunque le estemos enseñando reglas de conducta, siempre puede haber algún episodio en que se comporte o presente alguna rabieta de un niño de menor de edad. Si a nosotros como adultos nos pasa, ¿por qué no les va a pasar a ellos?
Lo mismo pasa con las tareas o actividades, hay que seleccionar tareas adecuadas para la edad de nuestro hij@ . Si les planteamos actividades demasiado difíciles
se desanimarán y puede que no quieran participar en otros trabajos o tareas que nos gustaría que fuesen haciendo. La mejor opción, es plantearles tareas más sencillas para que las vayan adquiriendo como hábitos y, a partir de ahí, ir aprendiendo otras más difíciles
Si os ha gustado no dudéis en darle a “me gusta” y compartirlo con vuestros familiares y amigos
Si queréis manteneros al día de todas nuestras actividades y novedades, no dudéis en seguirnos en nuestras redes sociales:
]]>
Esta semana queremos compartir con vosotros la tercera clave: reconocer tanto el esfuerzo como el resultado final
Aunque puede que a un niño le lleve mucho tiempo realizar una tarea, y seguramente no lo hará a la perfección, es muy importante reconocer y apreciar su esfuerzo
Para motivarle, lo mejor es confiar en su contribución a la tarea y no tanto el éxito del resultado final ¡Todo cuenta! No hay que buscar la perfección (nadie es perfecto) porque eso puede llegar a desmotivarle
Unos buenos resultados se van adquiriendo poco a poco a través del esfuerzo constante
Reconocer constantemente el esfuerzo es la clave El reconocimiento positivo ayudará a nuestro pequeño a darse cuenta de que es un miembro importante y colaborador de la familia
Si os ha gustado no dudéis en darle a “me gusta” y compartirlo con vuestros familiares y amigos
Si queréis manteneros al día de todas nuestras actividades y novedades, no dudéis en seguirnos en nuestras redes sociales:
]]>
Hace un par de semanas compartimos con vosotros la primera clave para ayudar a nuestros pequeños a combatir las dificultades que puedan surgir en su día a día.
Esta semana os presentamos la segunda clave: centrarse en lo positivo
Los niños, al igual que nosotros, pueden o no hacer las tareas y pueden hacerlas bien o mal. Para animarles a que las lleven a cabo, hay que reconocer los éxitos e ignorar los fracasos
Si cada vez que nuestros hijos quieren hacer algo y nos centramos en lo negativo, lo que conseguimos es que, a la larga, nuestros pequeños menosprecien sus capacidades y sean reticentes a realizar las actividades que se les presenten a lo largo del día. Por el contrario, enfocarnos en lo positivo permite que nuestros hijos se empoderen y se vean capaces de realizar cualquier cosa, aunque a la hora de llevarlas a cabo, encuentren alguna dificultad por el camino.
No hay que darse por vencido porque el camino para que los niños consideren y hagan la tarea como un hábito es un camino muy largo. Es camino hay que realizar con ellos, hacerles ver que, aunque sabemos que son capaces de realizar todas las cosas que les surjan, estamos ahí para apoyarlos y para aportarles esa seguridad que a veces les falta
Si os ha gustado no dudéis en darle a “me gusta” y compartirlo con vuestros familiares y amigos
Si queréis manteneros al día de todas nuestras actividades y novedades, no dudéis en seguirnos en nuestras redes sociales:
Enseñar a la gente a valorarse, es más valioso que darle una fortuna
]]>
El cerebro de los niños está en pleno desarrollo, lo que conlleva a que continuamente se enfrenten a dificultades que suponen los descubrimientos y aprendizajes que realizan en su día a día
Cada día afrontan algún conocimiento nuevo que tienen que interiorizar, muchas veces ajustándose a exigencias externas, más que a necesidades internas. Transversalmente aprenden a relacionarse, manejan conflictos con iguales y están desarrollando su propia identidad, mientras lo que se espera de ellos es, que la mayor parte del tiempo, estén felices
Si nos ponemos un segundo en su lugar, es fácil sospechar que pueden sentirse frustrados
Y aquí va la primera clave de todas:
¿Qué es la frustración? La frustración es un sentimiento que aparece cuando no conseguimos lo que queremos o cuando nos suceden situaciones no deseadas. Según la intensidad de este sentimiento y nuestras características personales, podemos reaccionar ante ella con enfado, angustia, ansiedad, etc., es decir, como si el sufrimiento que provoca esa frustración fuera definitivo y pudiera acabar con nosotros, y no como si fuera una situación transitoria
En la infancia son comunes dos creencias:
Los niños no saben esperar porque no tienen adquirido el concepto del tiempo, ni la empatía suficiente para pensar en los deseos y necesidades de los demás. Es a partir de ahí cuando se empieza a aprender a tolerar la frustración, cuando se ponen límites y se sienten “despojados” de lo que “necesitan” en un determinado instante.
Nuestros pequeños poseen un cerebro aún inmaduro, por lo que no tienen las herramientas para eliminar, disminuir o tolerar ese malestar.
En ocasiones, esperamos que ellos mismos se hagan cargo de su frustración y nosotros acabamos frustrándonos por la repetición de situaciones. Sin embargo, lo mejor que podemos hacer es alentarles a enfrentar dificultades y enseñarles a poner su mirada en los aspectos positivos de la vida
Y vosotros, ¿cómo trabajáis la frustración en casa? ¿Tenéis algún truco para trabajarlo con vuestros hijos? Dejad en comentarios vuestros tips para trabajar la frustración con vuestros pequeños
Si os ha gustado no dudéis en darle a “me gusta” y compartirlo con vuestros familiares y amigos
Si queréis manteneros al día de todas nuestras actividades y novedades, no dudéis en seguirnos en nuestras redes sociales:
“En medio de la dificultad, reside la oportunidad” Albert Einstein
]]>
«Las vacaciones son una oportunidad única para reconectar con nosotros mismos» Ángel Cámara
La mayoría de nosotros aprovechamos el período estival para tomar unos días de descanso. En esos días desconectamos de nuestra rutina diaria y tenemos más disponibilidad para pensar en nosotros. Es un momento perfecto para hacer balance de cómo va el año.
Te propongo tomar unos minutos para revisar los primeros meses del año. Busca un lugar cómodo donde no vayas a ser molestado, cierra los ojos, toma tres respiraciones profundas y dedica un rato a repasar mentalmente los principales acontecimientos de tu vida desde el 1 de enero hasta este momento.
Ahora estás en mejor disposición para realizar un pequeño test. Contesta “sí” o “no” a 7 preguntas clave:
Si has respondido “sí” a las 7 preguntas, te felicito porque muy poca gente tiene tan encaminada su vida como la tienes tú.
Si has respondido “no” también te doy la enhorabuena porque acabas de identificar el área, o áreas, en las que debes centrar tu trabajo personal en la segunda parte del año.
A partir de ahora te invito a dar 3 pasos sencillos y eficaces:
1º Haz una lista con todo lo que puedes hacer diferente, o adicional, para conseguir cambiar esas áreas de tu vida que deseas.
2º Diseña tu plan de trabajo con todas las acciones que vas a emprender, el orden a seguir, y cuándo exactamente quieres realizarlas.
3º Escribe todos los recursos personales de que dispones para ayudarte a conseguir esos objetivos.
Y recuerda, si tienes la menor duda sobre tu capacidad para lograrlo, reserva hora conmigo y te ayudaré a dar los primeros pasos. ¡Nos vemos a la vuelta de vacaciones! ¡Disfruta!
]]>Una de las maneras de ayudar a que una relación personal o profesional funcione es tener claro tus responsabilidades. Además es importante que cumplas siempre con tus compromisos. Por último, igual de importante es no asumir las responsabilidades que no te corresponden.
¿Sientes que acabas haciendo cosas que no son tuyas?; ¿tienes la sensación de que la gente a tu alrededor no cumple con lo acordado?; ¿te cuesta cumplir con tus compromisos?; ¿tienes demasiadas tareas pendientes?; ¿tu jefe o pareja deja en tus manos demasiados asuntos?
Si has contestado “sí” a una o varias de estas preguntas posiblemente te vendrá bien observar estas 3 reglas:
Regla nº1: dedica tiempo a aclarar tus responsabilidades. Lo primero al empezar en un nuevo trabajo es dedicar una sesión con tu jefe a aclarar qué exactamente se espera de ti. Algunas personas no están acostumbradas a que sus empleados les pidan explícitamente un listado por escrito de todo lo que deben hacer en su puesto. No pasa nada, si ese listado no existe aún. Puedes ser tú el que tome la iniciativa y, una vez que hayas tenido esa primera sesión con tu jefe, escribas un documento resumen de lo acordado. Esto causará una buena impresión en la otra parte y hará que comiences con fuerza en tu nuevo puesto.
Consejo: nunca es tarde para realizar este documento. Aunque lleves tiempo en tu puesto actual, si ves que las cosas no están claras merece la pena que redactes tu lista de responsabilidades y pidas cita a tu jefe para comentarlo.
En el ámbito personal nos suele dar aún más reparo aclarar nuestras responsabilidades. Por eso es habitual ver a parejas discutir repetidamente sobre quién debería haber hecho esto o aquello. ¿De verdad quieres seguir así? – Toma la iniciativa y ponlo por escrito. Es posible que al principio le sorprenda, pero después te estarán agradecidos eternamente.
Regla nº2: cumple siempre con tus compromisos. La mejor manera de generar confianza en la otra parte es hacer lo que prometemos. A veces nos convertimos en verdaderos expertos en buscar excusas para no cumplir con lo acordado. Esto no es sostenible. Cualquier relación personal o laboral en la que una parte no cumpla está abocada al fracaso. Si tus circunstancias cambian y te va a ser difícil cumplir con tus compromisos debes sentarte de nuevo con la otra parte y buscar una solución que te permita cumplir tu palabra. Las personas, en general, comprenden que puedan ocurrir cambios que nos obliguen a renegociar nuestros compromisos, lo que difícilmente entienden y perdonan es que no avisemos y fallemos cuando llega la hora de la verdad.
Consejo: dedica tiempo a revisar tus acuerdos con terceros y asegúrate de que siguen siendo asumibles para ti. Si no, comunícalo inmediatamente. Tu credibilidad y bienestar están en juego.
Regla nº3: no asumas responsabilidades que no te corresponden. Si lo haces, estarás enviando un mensaje a la otra parte de que aceptas y estás dispuesto a compensar su falta de compromiso.
Esta es en mi experiencia personal la regla más difícil de manejar para muchas personas. Asumen como un fracaso personal el que un miembro de su equipo, o su pareja, o su jefe no cumplan con su parte y se sienten en la obligación de asumir las responsabilidades del otro.
Así es habitual ver a jefes que acaban haciendo parte del trabajo de sus subordinados; empleados que toman decisiones y responsabilidades que no les corresponden; parejas en las que una parte asume tareas asignadas al otro; padres realizando tareas que les corresponden a los hijos; hijos que toman decisiones sobre la salud y la economía de sus padres cuando van cumpliendo años, etc. Todo este “desorden” genera en el mejor de los casos mucha ineficiencia y desgaste en las relaciones. Y en el peor de los casos frustraciones y rupturas definitivas.
Consejo: cuando alguien no cumpla lo acordado pídele explícitamente lo que necesitas de él/ella. A veces las personas necesitan saber que tenemos claro lo que necesitamos y no vamos a pasar por alto su falta de compromiso. Si aún así no cumplen, ha llegado la hora de empezar a pensar en cómo salir de esa relación, ó en cómo modificarla, para que siga siendo aceptable y satisfactoria para ti.
Toda relación lleva asociado un determinado orden entre sus miembros, que por lo general se traduce en distintos niveles de responsabilidad. Generalmente a mayor responsabilidad, mayor peso soportado por esa persona. Las combinaciones son infinitas, pero cuanto más claro esté desde el principio cómo será el reparto, y más coherentes seamos con su cumplimiento, mejores resultados obtendremos en nuestras relaciones personales y laborales.
Si te cuesta aclarar responsabilidades, cumplir con tu parte, ó hacer que el otro cumpla con la suya, ponte en contacto conmigo y te ayudaré a dar los primeros pasos.
]]>
Cada pequeña o gran decisión que tomas; cada cambio de actitud que te atreves a realizar; cada mini gesto que llevas a cabo a diario va modificando el lienzo de tu vida.
Quizá en el momento no eres consciente del impacto que esos hechos tendrán en tu vida, pero ten por seguro que el cúmulo de acciones que realizas cada día marcan tu destino.
Tú, y solo tú, tienes el poder para decidir qué aspecto tendrá el cuadro de tu vida dentro de 1, 10 o 30 años. Y cada pincelada que das a diario tiene un peso y una trascendencia. Así que asegúrate de darla con consciencia, coherencia y cariño.
¿Te preguntas qué quieres hacer con tu vida?; ¿Te dejas llevar y tomas decisiones por impulso de las que casi siempre te arrepientes?; ¿Piensas que tú no puedes hacer nada para cambiar lo que no te gusta en tu día a día?
Si has respondido sí a alguna de estas preguntas es importante que sepas que tu cerebro y todo tu neurología está construida de tal manera que SÍ tienes la capacidad de transformar tus pensamientos, tus sentimientos y tus acciones para avanzar hacia el lugar donde quieras llegar.
Hoy te voy a plantear 3 preguntas que si dedicas un tiempo a responder te permitirán cambiar la manera de “pintar tu vida”. Dar una contestación meditada te ayudará a conseguir que ese lienzo vaya tomando forma y se parezca cada vez más a lo que quieres de verdad:
Antes de ponernos en marcha necesitamos saber a dónde nos dirigimos. De nada sirve el mejor GPS del mundo si no sé cuál es mi destino final.
Esta tarea puede resultar un poco intimidatoria la primera vez que nos enfrentamos a ella. Sin embargo, déjame que te facilite las cosas y te invite a centrarte en 2 áreas fundamentales: trabajo y relación de pareja – Sí, es cierto que hay otros muchos aspectos importantes en nuestra vida, pero si para empezar tenemos claridad en estas dos áreas todo resultará mucho más fácil.
Así que lo primero es tener claro e ilusionarse con un proyecto laboral. Generalmente esto va a darte seguridad y también estabilidad económica a medio o largo plazo, lo cuál hará que la ansiedad desaparezca y tu cerebro esté mucho más tranquilo y centrado.
También es importante que decidas qué tipo de relación de pareja es más beneficiosa para ti en este momento de tu vida. Recuerda que sea lo que sea que decidas, incluso si tu mejor opción es estar sola en este momento, es crucial que busques sentirte equilibrada y satisfecha.
Consejo: dedica tiempo a configurarlo en tu mente, cuanto más definido esté y más claro tengas cómo te sentirás cuando lo consigas más fácil será llegar a tu destino.
Este tipo de decisiones sobre nuestro destino son muy importantes y marcan nuestra vida a corto, medio y largo plazo. Por eso es crucial que profundicemos en las motivaciones que hay detrás.
Escribe una lista lo más extensa posible de todo aquello por lo que deseas llegar a tu destino. No descartes nada por insignificante o grandioso que suene. En este ejercicio todo cuenta y mucho. Si dudas ó te sientes ligeramente incómoda con una ocurrencia probablemente es algo que merece la pena anotar.
Como seres humanos nos cuesta profundizar y reconocer nuestros anhelos más íntimos. Te doy un ejemplo: alguien puede querer ser veterinario porque sus padres no le dejaron tener animales en casa de pequeño – Está muy bien sacarlo de la trastienda de tu cerebro y añadirlo a la lista. Aunque inicialmente te avergüence contarlo, este hecho puede acabar siendo uno de los aspectos más motivadores a nivel inconsciente. ¡No descartes nada!
Consejo: los porqués son como la gasolina para tu destino. Dedica tiempo a completar tu lista y cada cierto tiempo revísala y añade nuevas motivaciones. ¡No te quedes tirado en la carretera!
Lo más útil para conseguir grandes objetivos es el compromiso diario con ellos. De poco sirve hacer mucho el primer día y después estar 3 meses sin hacer nada. Estar comprometidos con lo que queremos es siempre el camino más corto y eficaz. Y el vínculo diario nos ayuda enormemente.
Cada día al despertar hazte la siguiente pregunta: qué puedo hacer hoy para avanzar, aunque sea un poquito, hacia donde quiero llegar.
Consejo: ¡no seas demasiado duro contigo misma! Una llamada, un email, dedicar unos minutos a pensar quién puede ayudarme, planificar próximos pasos ó simplemente recordar lo que he hecho hasta ahora para conseguir mi objetivo son todas acciones valiosas. ¡Agradece y celebra tu constancia diaria!
La responsabilidad última es tuya. No importa qué reto tengas que enfrentar, recuerda que el lienzo de tu vida se pinta siempre con tus pensamientos, tus emociones y tus acciones.
“Eres tú quien decide. Eres tú quien controla la pincelada. Eres tú el artista de tu vida.”
¿Quieres dar el primer paso y comenzar a pintar el nuevo lienzo de tu vida con mi ayuda?
]]>